Un niño que no gatea, acabará por caminar también. Aunque “el gateo puede resultar un buen entrenamiento para ejercitar brazos y piernas y ganar confianza a la hora de que el bebé se suelte a andar. Sin embargo, los padres no se tienen que obsesionar si su bebé no gatea, pero el resto de su desarrollo neurológico ha tenido lugar con mi bebé se arrastra pero no gatea normalidad. Hay que considerar que cuando un bebé gatea, puede haber riesgo de accidentes domésticos, así que conviene prevenirlos con pautas, como cubrir los enchufes o asegurarse de que no coja objetos pequeños del suelo, como monedas, que pueda ingerir o acceso a lugares donde pueda caerse”, explica Carabaño.
Los beneficios del gateo para los bebés
Gatear puede aportar al bebé ciertos beneficios, como los que menciona Sonsoles París, fisioterapeuta y directora de la Clínica Sarua:
Mejora la visión espacial. Favorece el desarrollo visual, ya que ayuda a establecer el enfoque ocular o la distancia entre mano y ojo y el manejo de las tres dimensiones espaciales.
El gateo facilita la disociación entre ambos hemisferios cerebrales, lo que repercutirá en una adecuada destreza del niño cuando empiece a caminar.
Estabiliza la musculatura del tronco y aumenta la resistencia para desarrollar posteriormente el equilibrio.
El gateo ayuda a desarrollar destrezas manuales del niño.
Mejora la adecuada actividad de las funciones gastrointestinales.